miércoles, enero 03, 2007

Lejano

Llorar, hasta que tus ojos ardan.
Llorar, hasta que tus fosas nasales se tapen de mocos.
Llorar y que la sangre suba a tu cabeza.
Llorar, apretando los dientes.
Llorar, también duele el pecho.
Llorar...

...por la angustia del no tenerte.

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